jueves, 14 de mayo de 2015

Vacaciones en familia. Concurso de la Fundación Peres Tarrés


Madresfera y la Fundación Peres Tarrés (creadores de Ningún niño sin colonias) han organizado un concurso donde podemos ganar unas vacaciones este verano en una de las seis casas de colonias que disponen.
Para ello la entrada de hoy va a abrir el cajón de los sueños y deseos para explicar como serían mis vacaciones ideales y así poder participar y tener opción al premio.

Por soñar y pedir podría montar mil y un viajes a parajes desconocidos, selvas tropicales, islas con explosiones de color... ¿quien no ha soñado alguna vez con un viaje a algún sitio exótico?
Pero sinceramente, eso sería muy chulo aunque en el fondo lo que de verdad nos gusta y nos llena es pasar tiempo al aire libre. No nos importa mucho que sea aquí o al otro lado del charco, lo importante es pasar tiempo entre la naturaleza, lejos de ruidos, prisas, contaminación...
Yosemite (California)
Podría decir que nuestras vacaciones ideales serían de acampada, pero no en un camping. Más bien perdidos, en medio de la montaña, rodeados de altos árboles, con un río cercano donde poder pescar y refrescarnos, con prados verdes y animales libres que observar.
Pasar el día recolectando, corriendo, saltando, investigando...Y las noches al lado de una hoguera, bajo las estrellas contando historias, jugando a algo o viendo alguna peli (la naturaleza no tiene porque estar reñida con la tecnología jeje).
Sería algo así como esas acampadas que organizan los padres en las pelis americanas. ¡Ainssss me parecen chulisimas! Que lástima que aquí no se pueda acampar libremente. ¡Como disfrutaría!

Así que tras mucho darle vueltas a las seis casas disponibles para las Vacaciones en familia de la Fundación Peres Tarrés hemos decidido, no sin esfuerzo, que si fuésemos los afortunados de salir ganadores nos gustaría ir a la casa de Santa María del Roure en El Collsacabra. Una casa de pocos huespedes, encantadora, rodeada de un jardin entre bosques de robles y hayas. Con una interesante variedad de rutas para hacer excursiones a pie. Un destino bastante cercano a lo que serían nuestras vacaciones ideales.


Así que toca cruzar los dedos para no pasar otro verano acampados en el balcón, que también es divertido y nos lo pasamos pipa, pero la naturaleza brilla por su ausencia...

¿Como serían tus vacaciones ideales? ^_^
-Entrada colaborativa-

jueves, 23 de abril de 2015

Elige tu aventura. Libros interactivos para animar a los niños a leer.

Hoy abrimos los cajones de libros del niño...

En casa somos ávidos lectores, desde que aprendí a leer no he soltado un libro. Pero no todos los niños son así, y que en el colegio te obliguen a leer libros específicos, cuya historia se te antoja aburrida, y hacer trabajos posteriores a su lectura tampoco ayuda mucho.
Es aquí donde los libros de Elige o crea tu propia aventura entran en acción.

En mis tiempos eran muy conocidos, y se pusieron muy de moda entre mis compañeros de clase. Los mismos niños que no entendían mi afán por la lectura ahora estaban emocionados con su nuevo título y las historias que contenía.

Si ya de por sí un libro te sumerge en su historia y te lleva a otros mundos y tiempos; estos, que son interactivos y dinámicos, te ayudan aún más a ser participe de la historia.

Son libros finitos, un detalle importante a tener en cuenta cuando no eres fan de la lectura. Recuerdo como mis compañeros cuando tocaba leer un libro en clase elegían los libros por su grosor y no por su historia, cuanto más fino antes lo leían y antes acababan sus deberes y suplicio.

Antes de empezar la historia contada en primera persona, te advierten que no puedes leer el libro de un tirón. En cada capítulo, que suele ser de un par de páginas, te pregunta que es lo que vas a hacer.


Si eliges seguir por el camino y volver a casa pasa a la página 14.
Si por el contrario quieres entrar a la cueva a investigar pasa a la página 20.

De esta manera, tú eliges tu propia aventura y por tanto un desenlace de la historia.
Aunque los libros son de unas 130 páginas, la historia que el niño elija leer con sus decisiones puede durar más o menos páginas. Traen varios finales y estos pueden llegar de manera inminente tras cuatro páginas, o pueden convertirse en historias más largas de quince, sesenta o más páginas.
De esta manera no solo tienes un libro, sino varios en uno.
Recuerdo que mis compañeros de aula solían hacer trampas y buscar el final rápido para así al hacer el trabajo de resumen no tener que dedicarle mucho tiempo. En cambio yo me dedicaba a intentar hacer un bucle infinito y sin final, tras varias lecturas vas conociéndote la historia por lo que sabes que si tomas la elección A en vez de la B seguirá la historia o no...

Por mi experiencia entre mis compañeros en la época y algunos niños a cuyas madres se los recomendé, podría decir que estos libros le dan otro enfoque a la lectura y los niños lo ven y sienten de otra manera incentivando así sus ganas de leer y saber que ocurre.

Otra cosa que me gusta mucho de estos libros, si tienes la suerte de encontrar alguno de los más de noventa títulos que componían la colección de los años 80, es su tipo de narración y sobretodo su vocabulario. No tienen nada que ver con las colecciones tipo Bat Pat o Stilton, mucho más simples. 
De hecho, mi hijo con siete años no le emocionaba mucho leer hasta que le facilité mis colecciones ochenteras de El pequeño vampiro, Pesadillas (ahora otra vez de moda) y Elige tu aventura. Todas escritas con los mismos estilos y un gran léxico. Como madre, prefiero comprarle uno de estos que a priori pueden parecer más complicado de leer o entender, pero que a la larga le aportan un vocabulario más extenso. Yo siempre leía con un diccionario en la mano y me emocionó ver como mi hijo con siete años me pedía una noche uno.

Además, con los de elegir tu aventura, al ser libros que tienes que releer algunos capítulos para ver otros finales, ayudan a retener y asimilar esas palabras nuevas enriqueciendo el vocabulario del niño.



Yo sin duda los recomiendo. ¿Y tú? ¿Los conocías? ^_^
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sábado, 21 de marzo de 2015

DIY tabla Waldorf, aprender a multiplicar con colores y formas geometricas

Hoy abrimos nuestro cajón de material escolar...

Es donde acaba de instalarse nuestra tabla Waldorf para multiplicar.
Consiste en un circulo con diez pivotes numerados del 0 al 9.
Se trata de ir enrollando un cordón alrededor de cada número equivalente a la multiplicación. De esta manera se va creando una trama que se convierte en una figura geométrica diferente para cada tabla. Una forma muy visual y manipulable de aprenderlas.

Hace un par de años me crucé con esta tabla por la red. Me quedé fascinada, no sabía que cada tabla de multiplicar equivalía a una figura geométrica. Nunca se me han dado bien los números, de hecho se me dan tan mal que soy incapaz de recordar un precio... Por lo que aprenderme las tablas de multiplicar me fue casi misión imposible. Como hubiesen cambiado mis tardes escolares si alguien me hubiese enseñado esta técnica... Es mucho más sencillo recordar un dibujo que una lista de números seguidos.
Obviamente tomé nota mental, así cuando le llegase el momento al niño podría ayudarle y ponérselo más fácil de lo que lo tuve yo en su día.

Este trimestre han estado tonteando con las multiplicaciones en clase, no han profundizado mucho pero han hablado sobre la tabla del 0, el 1 y el 2, así a grandes rasgos. Lo justo para que a mi pequeño cachorro le llame la curiosidad y se pase el día preguntando, hablando sobre ellas e intentando hallar por si mismo el resultado de una multiplicación partiendo de su básico conocimiento de que son sumas consecutivas.
Así que había llegado el momento de prepararle una Tabla Waldorf de Multiplicar.
Es un DIY muy sencillo de preparar y el cual voy a explicar paso a paso para que puedas fabricarte la tuya propia y así hacer las mates más divertidas y fáciles, porque las mates ¡resulta que no son aburridas!

En una tienda multiprecio compré un blister de clavos de 25mm en color negro, unas pegatinas de números también en negro y una tabla redonda de madera para cortar embutido. A mi me sobra el mango, además de ocupar más espacio a la hora de guardar, me parece más fácil de sujetar directamente del circulo, yo la recomiendo sin mango, pero él se empeñó en que le gustaba esa y no tenía ganas de debatir...

Empezamos dibujando en un papel el contorno de la circunferencia que luego recortaremos.
Lo doblamos por la mitad y luego otra vez por la mitad. De esta manera los dobleces formaran una cruz que marca el centro de la circunferencia...


Con la ayuda de un transportador vamos a marcar diez puntos equidistantes. Una circunferencia son 360º por lo que tenemos que dividirle 10 (el numero de puntos que queremos):

360 : 10= 36mm
Esa será la distancia que habrá entre cada número.

Situamos el centro del transportador con el del círculo de papel. Yo me he guiado por el doblez horizontal para empezar, aunque no es necesario.
Marcamos con un punto el cero y con otro el 3,6cm, luego podemos seguir marcando cada 3,6cm, pero me parece mucho más rápido ir moviendo el transportador (sin descentrarlo nunca), alineando el 0 con cada punto nuevo...
Movemos el 0 al punto marcado y volvemos a contar 3,6cm

Como nuestro transportador es pequeño quedaron los puntos muy juntos y en medio, así que con un compás dibuje otro circulo a un centímetro del borde del papel, con la intención de traspasar con una regla los puntos más afuera y conseguir así que quedarán más separados...


Pues bien, ya tenemos lista la plantilla que fijaremos con un poco de cinta adhesiva a la tabla de madera. Como la nuestra tiene mango tuve especial cuidado en centrar los números con él. Para ello me ayudé del doblez vertical...

Clavaremos cada punta en cada marca exterior, sobre el mismo papel (asegúrate de que son lo suficientemente largos para introducirse bastante en la madera dejando a su vez parte por fuera, para que queden bien anclados y tener margen de movimiento a la hora de pasar el cordón-hilo).
Tomé un rotulador como referencia para que todos los clavos quedaran más o menos a la misma altura, amartillaba hasta llegar al rotulador...


Retiramos la plantilla de papel y, en nuestro caso, pegamos los números...


¡Y ya podemos darle al coco!
Empezando siempre desde cero, hay que pasar la cuerda por el último número del resultado, por ejemplo:

5x1= 5
 5x2= 10
 5x3= 15
Por lo que partiendo del cero (5x0=0) pasamos por el 5
luego otra vez por el 0 y nuevamente por el 5... Siempre el último número.
 Dando como resultado una línea recta.

Nosotros usamos un color para cada número, siguiendo los colores montessori que son los que tienen nuestras regletas numéricas. Así será todavía más visual, cada tabla de multiplicar tendrá un color y forma geométrica. Y si utilizas diferentes tipos de cordones, también tendrán un tacto diferente, toda ayuda es poca.
Cómo cuando empezamos con las regletas y sumas ya asignamos un color a cada número, solo tenemos que recordar la figura y en que posición cae cada extremo para ayudarnos a seguir las tablas de multiplicar.

De esta manera sabemos que la tabla del 2 es de color rojo y forma una casita un pentágono; la del 5 en color amarillo una linea; la del 6, verde oscuro, una bonita estrella...



Practicando la tabla del 3...

Ahora, cuando tengamos que cantar la tabla en clase solo tenemos que recordar su color y forma para ayudarnos a seguir el orden.

¿Tú cómo aprendiste a multiplicar? ^_^

domingo, 1 de marzo de 2015

Siempre te querré, pequeñín

Sobre nuestro cajóncabecera suele descansar uno de nuestros libros preferidos, por su historia, sus ilustraciones, rápida lectura y el mensaje que transmite.
Se trata del libro Siempre te querré, pequeñín, de la editorial Timunmas.

De la mano de Debi Gliori, consta de trece hojas fabricadas en cartón duro, con tiernas y divertidas ilustraciones impresas a toda plana con colores alegres y llamativos.


En sus páginas nos cuenta la historia de Colín, un cachorro de zorro y su mamá que anda hablando por teléfono. Al pequeño que no anda de muy buen humor esto parece disgustarle mucho por lo que le da por destrozar cosas para desahogarse. Cuando su mamá descubre el tinglado pregunta sorprendida que ha pasado y el pequeño le contesta que está enfadado y que nadie le quiere de corazón. Y es ahí cuando llega el mensaje que tanto nos gusta y que, antes incluso de haber leído el libro, se ha convertido en nuestro mantra desde el momento que nos abrazamos por primera vez... Pase lo que pase,  siempre te querré.
Pero el pequeño no acaba de quedarse tranquilo y mientras juntos van recogiendo el estropicio creado, preparan el baño y la cena, no deja de hacerle preguntas con casos hipotéticos, ¿le querrá aunque fuese un cocodrilo, o si se volviese gusano?

Y de esta manera, con las situaciones que imagina Colín recreadas con bonitos dibujos, su madre le va contando que sí, tranquilizándole entre rimas.
Tiene un final muy emotivo cuando ya en la cama el zorrito le hace la pregunta del millón, ¿que pasará cuando su mamá ya no esté con él? ¿el cariño seguirá vivo?...

Nosotros lo tenemos desde los pocos meses de mi cachorrillo y ha sido nuestro libro de cabecera desde entonces, es muy tierno y transmite a la perfección el mensaje de amor que siempre le repetí.



¿Vosotros tenéis un libro de cabecera? ¿Cual? ^_^

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domingo, 22 de febrero de 2015

ME ENCANTA del invierno...

Volvemos con un "Me encanta..." esta vez sobre el invierno, que aunque no me gusta mucho también tiene sus cosas buenas; porque la vida está llena de "me encanta..." escondidos, sólo hay que saber mirar para verlos y disfrutarlos ^_^

Me encanta del invierno...



  1. cuando notas la calefacción de casa al volver de la calle
  2. hacerme una cueva con el nórdico a la hora de dormir
  3. dormir abrazados y bien apretaditos
  4. ponerme "encima" del radiador sin hacer nada más
  5. ponerme el pijama recién sacado de la secadora o el radiador
  6. la expectación de una posible nevada
  7. el olor a leña quemada
  8. la emoción, en su etapa final, de ver como se van alargando los días
  9. el ambiente neblinoso del baño que se forma al salir de la ducha hirviendo
  10. compartir la batamanta viendo una peli

¿Y a ti que diez cosas te encantan del invierno? ^_^

domingo, 15 de febrero de 2015

Carcassonne, juego de mesa de estrategia para toda la familia

Hoy abrimos el cajón de los juegos...

Estas Navidades, Papa Noël nos ha dejado un juego la mar de divertido.
Se trata del juego de mesa Carcassonne, de Devir. En la caja lo publicitan como "un clásico moderno", y yo no podría estar más de acuerdo ya que se ha convertido en un imprescindible de nuestros ratos de ocio antes incluso de tenerlo.

Ciudad de Carcassonne. ¿No es una chulada?
Hace años había oído hablar, por las redes sociales, de un juego con nombre de antigua ciudad Francesa que se recomendaban mucho las mamis. Aunque nunca llegué a enterarme de en que consistía, hasta que unos meses antes de Navidad me topé con él en la estantería de una juguetería. Y claro, tanto oír hablar del juego no pude sino que acercarme a chafardear.
En su parte trasera vi caminos y campos formados con fichas cuadradas, empalmando un trozo de camino o ciudad con otro y creando así una ciudad medieval. Me pareció muy interesante y tomé nota mental para pedirle un Carcassonne a sus majestades los Reyes Magos de Oriente. Pero fue al llegar a casa y buscar por la red algún ejemplo de partida cuando se convirtió en devoción por él.
Me entraron unas ganas tremendas de echarme una partida y me costó horrores aguantar el impulso de ir a comprarlo y no esperar a los SS. MM. los Reyes. La espera se me hizo eterna.

meeples de oficios
Vienen 72 fichas dibujadas, con trozos de ciudades, campos y caminos, de las cuales hay una diferenciada en su revés (más oscura) que es con la que se empieza. Un tablero contador con un camino numerado del 0 al 49 y cinco grupos de siluetas de hombrecitos en madera pintada, para diferenciar cada jugador, ocho por cada uno. Son conocidos como meeples, y en internet puedes encontrar muchos diseños para personalizar tus juegos.

Para empezar la partida situamos la primera ficha en la mesa (siempre es la misma, la más oscura en su reverso) y mezclamos bien las fichas, en este punto se echa en falta en la caja una bolsa de tela o similar, hace esta tarea más amena y sencilla y luego resulta más fácil de que cada jugador pueda coger una al azar. Nosotros usamos una bolsita de tela para la merienda.

Al final de la partida es fácil ubicar la pieza central; recomiendo guardarla a parte
Cada jugador elije el color con el que va a llevar a cabo la partida. Agrupa todos sus personajes a su lado excepto uno que pondrá en el tablero contador y servirá para llevar la cuenta a medida que avance la partida.
Se juega por turnos. El primer jugador coge una ficha y debe situarla en la mesa conectando por uno de los cuatro lados de la loseta principal. En su turno decide si quiera reclamar alguna parte del terreno situando en él uno de sus hombrecitos o bien esperarse a más adelante. Y pasa el turno al siguiente jugador que obrará de la misma manera.
Los hombrecitos pueden situarse en diferentes espacios del terreno que vamos creando, reclamando así como suyo esa parcela, no puedes poner otro color en un camino, ciudad o campo que ya tenga uno previo.
Si sitúas tu personaje en un camino pasará a ser un ladrón (aunque nosotros los llamamos caminantes, se nos hace más descriptivo jejeje), este hombrecito conseguirá un punto por cada ficha de camino que tenga unido. Un camino contará como cerrado y por tanto se pasará a puntuar en el contador cuando por ambos extremos haya o bien una ciudad o un cruce. Si se acaban las losetas y no ha sido cerrado puntuará hasta donde le haya llegado el camino en construcción, oye, que para algo el pobre se ha matado a trabajar ¿no?

Si, en cambio, sitúas tu personaje en un trozo de ciudad este se convertirá en caballero (aunque nosotros a estos les llamamos ciudadanos, nuevamente se nos hace más descriptivo jeje). Cada loseta de la ciudad contará dos puntos cuando esté cerrada, y si hay alguna con un escudo se llevará dos puntos extras por cada uno que haya entre las murallas. Si termina la partida y la ciudad queda sin cerrar cada loseta valdrá un punto en vez de dos, aunque los escudos seguirán contando como dos.

También puedes poner tu personaje en el suelo del campo (estos se ponen tumbados para diferenciarlos mejor del resto ya que no se recogen hasta el final de la partida, no como los otros que se pueden ir recuperando a medida que cierres construcciones).
Estos son campesinos (no los hemos rebautizado, estos sí nos parecen descriptivos jajaja) y cuando termine la partida se llevará tres puntos por cada ciudad cerrada que tenga en sus dominios; los campos quedan delimitados por los caminos.

Y por último están los monjes, que se sitúan en los monasterios. Estos puntuan cuando quedan rodeados por fichas en todos sus lados, lo que son nueve losetas en total, el mismo número que puntuará en el tablero contador, uno por cada ficha.

Como comentaba, cada vez que se cierra un camino, ciudad o monasterio, el jugador puntúa inmediatamente en el tablero, haciendo avanzar su personaje contador por el camino numerado el total de puntos adquirido. Si llegas otra vez a la casilla de partida numerada con cero (lo que serían cincuenta puntos) tumbas tu hombrecito para saber que llevas cincuenta y vuelves a dar la vuelta al contador, esta vez arrastrándose por el suelo, claro, son muchos kilómetros ya jejeje.

El meeple negro está tumbado, lo que suman 54 puntos. El verde, de pie, tiene 44
En cuanto has marcado el total retiras el hombrecito que había cerrado el camino, ciudad o monasterio del paisaje y lo sitúas junto al resto del grupo a tu lado para volver a jugarlo cuando lo veas conveniente. Los campesinos no se retiran hasta el final, deben estar muy a gusto tumbados a la bartola en medio del campo...

Es muy sencillo de jugar y contar los puntos; hemos echado partidas con niños desde seis años sin problemas; y estoy segura que podrían hacerlo incluso antes. Aunque en las instrucciones recomiendan no usar los campesinos para principiantes, a nosotros no nos ha resultado ningún problema.
La mayoría de veces hemos jugado solo dos personas y no se hace tedioso, mantiene la estrategia y diversión, las partidas duran una media de treinta y cinco minutos, tanto con dos jugadores como con más.
Puedes tener un poco de picardía y construir de forma que tu ciudad con caballero acabe juntándose con la de otro color, de esta manera ambos conseguirán los mismos puntos; a no ser que hayas juntado dos ciudades tuyas junto a la otra, quedando invadida la del contrario al tener tú más caballeros en ella. En esto mi cachorro es todo un experto y con la tontería se monta unas ciudades tremendas dejándome a mi con dos palmos de narices.

36 puntos, mínimo, si cierra la ciudad mientras yo me quedo mirando...
Hemos jugado un montón de partidas desde que Santa Claus, que tuvo a bien de adelantarse a los Reyes Magos, nos dejó el paquete debajo del árbol de Navidad y nunca hemos construido dos paisajes iguales, siempre acaban diferentes. No te aburres de él. La mayoría de veces echamos dos o tres partidas seguidas porque se nos hace corto el tablero, ¡seguiríamos hasta no coger en la mesa! Estoy pensando en comprar otro y juntarlos para crear mega ciudades, como nos molaría jejeje.
Aunque lo cierto es que puedes adquirir expansiones del juego:


Yo estuve mirando alguno y, de momento, los extras que me ofrecía al juego original no me resultaron atractivos. De momento tal y como está nos encanta, de hecho veo más probable comprar una segunda caja de Carcassonne Original para hacer construcciones más grandes antes que una expansión, cada una de ellas ronda los 17€, el original unos 23€.

Además del Carcassonne, puedes encontrar la versión Junior, no investigué a fondo que diferencias había con el original, aunque ciertamente después de haber jugado con más niños no veo la necesidad de una versión especial para ellos.
De igual manera hay una versión primitiva, Carcassonne Cazadores y Recolectores. Lo miré por encima y venía a ser lo mismo, pero en otra época y sin posibles ampliaciones, al menos por ahora.
Y una versión especial de invierno, aunque debido a sus tierras nevadas no es compatible tampoco con las ampliaciones disponibles.



RESUMIENDO:
  • A partir de 8 años
  • De 2 a 5 jugadores
  • Fácil y rápido de jugar
  • Entretenido incluso para dos jugadores
  • Trabajas la concentración
  • Trabajas habilidades estratégicas, anticipación
  • Trabajas el desarrollo espacial
  • Prácticas el cálculo mental

¿Que te parece? ¿Lo conocías?


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lunes, 2 de febrero de 2015

Los Superpreguntones

Con este tiempo no apetece mucho salir, pero el sábado, aún y así con el viento que hacía, nos envalentonamos hasta la librería. Hacía mucho tiempo que no entrabamos sin prisas a chafardear sus estanterías. Eramos los únicos clientes, no me extraña con la ventolera que hacía, con lo que la estancia, en contraste con el exterior, tan ruidoso y frío, tenía un aire reconfortante y relajado, invitaba más que nunca a zambullirnos entre libros.
Tras cinco minutos echando un ojo por encima nos centramos en la sección más educativa, la de enciclopedias de animales, el espacio, dinosaurios, etc.
Él se interesó en uno del mundo, recientemente han estado estudiándolo y me comentó que se ha quedado con ganas de saber más cosas, así que me preguntó si veía alguno más de esa temática porque ese no le convencía, mucho dibujo y poca explicación. Y fue cuando me fijé en los libros Los Superpreguntones La Tierra y El Universo y Los Superpreguntones El Mundo Mundial, de la editorial Vox.
Respuestas rápidas para preguntas ingeniosas, reza su portada...


No suelo interesarme mucho por este tipo de libros, siempre pensé que la curiosidad debería serle innata y no inducida por preguntas que alguien le formule, pero en ausencia de otros volúmenes sobre el tema le dediqué unos minutos a mirar en su interior.
Son 133 preguntas típicas de niños, de esas que suelen dejar a los progenitores un poco sin saber exactamente qué o cómo contestar.
En ese momento, quizás inducida por al aire acogedor que destilaba la estancia, tuve un momento dejavú, yo, con la misma edad que mi niño ahora, pasando horas investigando mi colección de Pequeños Inventores o directamente en la enciclopedia en tomos que solían haber en todas las casas. Ayyyyy si entonces hubiese tenido Google como tiene mi hijo hoy... Normalmente cuando el cachorro tiene alguna duda o pregunta solemos investigar juntos por Google, sacia tu curiosidad casi de inmediato,  la de horas que me he pasado yo entre libros contrastando y ampliando información...
Pero en ese momento me invadió la añoranza, recordé como disfrutaba las tardes y noches ojeando los inventos y artículos de las páginas de mis colecciones (Barrio Sésamo, El Libro Gordo de Petete y una tipo enciclopedia infantil dividida en cuentos, fábulas, manualidades, cosas curiosas... ), aprendiendo y planteándome a la vez nuevas dudas al descubrir cosas del mundo que me rodeaba que de otra manera, seguramente yo no me hubiese planteado.

Hace unos meses se compró un libro sobre hombres lobo, en plan libro de consulta para saber identificar y defenderse de un licántropo. Le gusta ojearlo y tomar notas mentales sobre sus peculiaridades y como no, comentarlas luego conmigo. Me encanta verlo, y no solo está feliz y entretenido, está asentando unas bases y acuñando técnicas propias de estudio para absorber y asimilar información en años venideros.
Así que creí que este tipo de libro le gustaría también, dado su cúmulo de información variada e interesante. Y vamos si le gustó...
Después de pasarlo por el lector de códigos para saber su precio sacó su cartera y estuvo contando sus monedas para ver si le llegaban y comprárselo. Las había sacado de su hucha poco antes por si acaso veía algo interesante. Pero no le llegaban con sus tres euros con doce (su precio era de 14,90€) y me preguntó si yo podía ponerle el resto. Me dijo que lo quería mucho porque ahí podía mirar respuestas sin gastar luz, y que además no siempre le dejo ponerse con la tablet o el pc. Buenos argumentos ¿no? jejeje. Todo esto mientras seguía urgando en su cartera por si acaso había algún euro más escondido, y aderezado con su carita seria concentrada. Ainssssss, yo ya iba con dinero preparado con la idea de cogerle algún libro temático, pero sino hubiese sido así, a ver quien iba a poder negársele ante esa estampa, y por un libro...
Así que mientras yo ojeaba unos cuadernillos nuevos para el MiniArco él se sentó en los sillones de la librería y estuvo leyéndose algunas preguntas salteadas.
Cuando nos dirigíamos para caja a pagar ya me estaba contando si yo sabía que el rayo es más rápido que el trueno porque blablabla....
Y es que me encanta verle ávido de información, pero más aún verle esa luz que irradia cuando descubre algún dato nuevo y como se obnubila con ello y te hace partícipe de su emoción.
Y con este libro tiene para un buen rato, son 153 preguntas del tipo ¿por qué el espacio es negro?, ¿por qué sale el arcoiris? o ¿por qué sopla el viento?

Está editado tipo libreta, para mayor facilidad a la hora de mantener la página abierta, le da un aire más estudiantil, de apuntes... Aunque se ve atractivo, a mi este formato no me gusta mucho ya que es más dado a perder sus hojas debido a la rotura por desgaste de los orificios por donde pasa el muelle; aunque sus páginas son plastificadas, dándole algo de resistencia para un uso más reiterado.
Consta de una solapa imantada que impide que se abra el libro, con lo que no se ve como una simple libreta, tiene un formato muy atractivo para los niños. Además sus ilustraciones, a veces con algún pequeño diálogo chistoso, son muy graciosas y llamativas.
Iba muy ufano él por la calle con su libro abrazado al pecho,deseoso de llegar a casa para seguir investigando mientras charlaba sobre como le haría hueco entre el Diccionario por imágenes de los animales y la Guía de los hombres lobo.

La colección consta de seís títulos:

Nosotros compramos el de La Tierra, su contenido se acercaba más a lo que él buscaba al entrar en la tienda. Pero estoy segura que el resto irán cayendo poco a poco. Me parecen un gran entretenimiento a la vez que le aporta conocimientos y ganas de saber y aprender más.
Ahora, cuando le veo tan ensimismado pasando sus páginas, deteniéndose para leer alguna más llamativa, y como en su momento yo fui igual (de tal palo, tal astilla...) no puedo dejar de ponerme en su pellejo recordando y saboreando lo que está sintiendo en ese momento, esa satisfacción y emoción que te otorga el conocimiento, el descubrir algo nuevo e interesante, porque... ¿quién no se ha preguntado alguna vez por qué huelen mal los pies o por qué las cucarachas siempre mueren panza arriba?...


RESUMIENDO:
  • Despierta la curiosidad innata
  • Fortalece la lectura
  • Fortalece la compresión
  • Respuestas cortas y amenas
  • Divertidas ilustraciones
  • Formato consistente
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