domingo, 15 de febrero de 2015

Carcassonne, juego de mesa de estrategia para toda la familia

Hoy abrimos el cajón de los juegos...

Estas Navidades, Papa Noël nos ha dejado un juego la mar de divertido.
Se trata del juego de mesa Carcassonne, de Devir. En la caja lo publicitan como "un clásico moderno", y yo no podría estar más de acuerdo ya que se ha convertido en un imprescindible de nuestros ratos de ocio antes incluso de tenerlo.

Ciudad de Carcassonne. ¿No es una chulada?
Hace años había oído hablar, por las redes sociales, de un juego con nombre de antigua ciudad Francesa que se recomendaban mucho las mamis. Aunque nunca llegué a enterarme de en que consistía, hasta que unos meses antes de Navidad me topé con él en la estantería de una juguetería. Y claro, tanto oír hablar del juego no pude sino que acercarme a chafardear.
En su parte trasera vi caminos y campos formados con fichas cuadradas, empalmando un trozo de camino o ciudad con otro y creando así una ciudad medieval. Me pareció muy interesante y tomé nota mental para pedirle un Carcassonne a sus majestades los Reyes Magos de Oriente. Pero fue al llegar a casa y buscar por la red algún ejemplo de partida cuando se convirtió en devoción por él.
Me entraron unas ganas tremendas de echarme una partida y me costó horrores aguantar el impulso de ir a comprarlo y no esperar a los SS. MM. los Reyes. La espera se me hizo eterna.

meeples de oficios
Vienen 72 fichas dibujadas, con trozos de ciudades, campos y caminos, de las cuales hay una diferenciada en su revés (más oscura) que es con la que se empieza. Un tablero contador con un camino numerado del 0 al 49 y cinco grupos de siluetas de hombrecitos en madera pintada, para diferenciar cada jugador, ocho por cada uno. Son conocidos como meeples, y en internet puedes encontrar muchos diseños para personalizar tus juegos.

Para empezar la partida situamos la primera ficha en la mesa (siempre es la misma, la más oscura en su reverso) y mezclamos bien las fichas, en este punto se echa en falta en la caja una bolsa de tela o similar, hace esta tarea más amena y sencilla y luego resulta más fácil de que cada jugador pueda coger una al azar. Nosotros usamos una bolsita de tela para la merienda.

Al final de la partida es fácil ubicar la pieza central; recomiendo guardarla a parte
Cada jugador elije el color con el que va a llevar a cabo la partida. Agrupa todos sus personajes a su lado excepto uno que pondrá en el tablero contador y servirá para llevar la cuenta a medida que avance la partida.
Se juega por turnos. El primer jugador coge una ficha y debe situarla en la mesa conectando por uno de los cuatro lados de la loseta principal. En su turno decide si quiera reclamar alguna parte del terreno situando en él uno de sus hombrecitos o bien esperarse a más adelante. Y pasa el turno al siguiente jugador que obrará de la misma manera.
Los hombrecitos pueden situarse en diferentes espacios del terreno que vamos creando, reclamando así como suyo esa parcela, no puedes poner otro color en un camino, ciudad o campo que ya tenga uno previo.
Si sitúas tu personaje en un camino pasará a ser un ladrón (aunque nosotros los llamamos caminantes, se nos hace más descriptivo jejeje), este hombrecito conseguirá un punto por cada ficha de camino que tenga unido. Un camino contará como cerrado y por tanto se pasará a puntuar en el contador cuando por ambos extremos haya o bien una ciudad o un cruce. Si se acaban las losetas y no ha sido cerrado puntuará hasta donde le haya llegado el camino en construcción, oye, que para algo el pobre se ha matado a trabajar ¿no?

Si, en cambio, sitúas tu personaje en un trozo de ciudad este se convertirá en caballero (aunque nosotros a estos les llamamos ciudadanos, nuevamente se nos hace más descriptivo jeje). Cada loseta de la ciudad contará dos puntos cuando esté cerrada, y si hay alguna con un escudo se llevará dos puntos extras por cada uno que haya entre las murallas. Si termina la partida y la ciudad queda sin cerrar cada loseta valdrá un punto en vez de dos, aunque los escudos seguirán contando como dos.

También puedes poner tu personaje en el suelo del campo (estos se ponen tumbados para diferenciarlos mejor del resto ya que no se recogen hasta el final de la partida, no como los otros que se pueden ir recuperando a medida que cierres construcciones).
Estos son campesinos (no los hemos rebautizado, estos sí nos parecen descriptivos jajaja) y cuando termine la partida se llevará tres puntos por cada ciudad cerrada que tenga en sus dominios; los campos quedan delimitados por los caminos.

Y por último están los monjes, que se sitúan en los monasterios. Estos puntuan cuando quedan rodeados por fichas en todos sus lados, lo que son nueve losetas en total, el mismo número que puntuará en el tablero contador, uno por cada ficha.

Como comentaba, cada vez que se cierra un camino, ciudad o monasterio, el jugador puntúa inmediatamente en el tablero, haciendo avanzar su personaje contador por el camino numerado el total de puntos adquirido. Si llegas otra vez a la casilla de partida numerada con cero (lo que serían cincuenta puntos) tumbas tu hombrecito para saber que llevas cincuenta y vuelves a dar la vuelta al contador, esta vez arrastrándose por el suelo, claro, son muchos kilómetros ya jejeje.

El meeple negro está tumbado, lo que suman 54 puntos. El verde, de pie, tiene 44
En cuanto has marcado el total retiras el hombrecito que había cerrado el camino, ciudad o monasterio del paisaje y lo sitúas junto al resto del grupo a tu lado para volver a jugarlo cuando lo veas conveniente. Los campesinos no se retiran hasta el final, deben estar muy a gusto tumbados a la bartola en medio del campo...

Es muy sencillo de jugar y contar los puntos; hemos echado partidas con niños desde seis años sin problemas; y estoy segura que podrían hacerlo incluso antes. Aunque en las instrucciones recomiendan no usar los campesinos para principiantes, a nosotros no nos ha resultado ningún problema.
La mayoría de veces hemos jugado solo dos personas y no se hace tedioso, mantiene la estrategia y diversión, las partidas duran una media de treinta y cinco minutos, tanto con dos jugadores como con más.
Puedes tener un poco de picardía y construir de forma que tu ciudad con caballero acabe juntándose con la de otro color, de esta manera ambos conseguirán los mismos puntos; a no ser que hayas juntado dos ciudades tuyas junto a la otra, quedando invadida la del contrario al tener tú más caballeros en ella. En esto mi cachorro es todo un experto y con la tontería se monta unas ciudades tremendas dejándome a mi con dos palmos de narices.

36 puntos, mínimo, si cierra la ciudad mientras yo me quedo mirando...
Hemos jugado un montón de partidas desde que Santa Claus, que tuvo a bien de adelantarse a los Reyes Magos, nos dejó el paquete debajo del árbol de Navidad y nunca hemos construido dos paisajes iguales, siempre acaban diferentes. No te aburres de él. La mayoría de veces echamos dos o tres partidas seguidas porque se nos hace corto el tablero, ¡seguiríamos hasta no coger en la mesa! Estoy pensando en comprar otro y juntarlos para crear mega ciudades, como nos molaría jejeje.
Aunque lo cierto es que puedes adquirir expansiones del juego:


Yo estuve mirando alguno y, de momento, los extras que me ofrecía al juego original no me resultaron atractivos. De momento tal y como está nos encanta, de hecho veo más probable comprar una segunda caja de Carcassonne Original para hacer construcciones más grandes antes que una expansión, cada una de ellas ronda los 17€, el original unos 23€.

Además del Carcassonne, puedes encontrar la versión Junior, no investigué a fondo que diferencias había con el original, aunque ciertamente después de haber jugado con más niños no veo la necesidad de una versión especial para ellos.
De igual manera hay una versión primitiva, Carcassonne Cazadores y Recolectores. Lo miré por encima y venía a ser lo mismo, pero en otra época y sin posibles ampliaciones, al menos por ahora.
Y una versión especial de invierno, aunque debido a sus tierras nevadas no es compatible tampoco con las ampliaciones disponibles.



RESUMIENDO:
  • A partir de 8 años
  • De 2 a 5 jugadores
  • Fácil y rápido de jugar
  • Entretenido incluso para dos jugadores
  • Trabajas la concentración
  • Trabajas habilidades estratégicas, anticipación
  • Trabajas el desarrollo espacial
  • Prácticas el cálculo mental

¿Que te parece? ¿Lo conocías?


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6 comentarios:

  1. Ala qué chulo!! Me guardo el post para cuando Princess pueda jugar!! Me encanta

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  2. Tiene muy buena pinta el juego. Gracias por compartirlo.

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  3. Anda, qué chuli!!! no los conocía, anotado para cuando sea un poco más mayor!
    un saludo!!

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